REVOLUCIÓN literaria

crítica y literatura

martes, 2 de octubre de 2012

La calidad y el periodismo actual


   Hace unos días, se anunciaba el programa que circundará uno de los eventos que se esperan con más ansia durante todo el año; La feria internacional del libro de Guadalajara, que cumple 26 años consolidándose como la más grande de América latina y la segunda a nivel mundial. Durante el anuncio que encabezaba el líder universitario Raúl Padilla, informaba sobre los escritores que acudirán durante este 2012. Hablaba sobre el polémico premio fil a las lenguas romances y el homenaje a Carlos Fuentes, recientemente fallecido.
  
   La FIL, año con año, acarrea una infinidad de actividades literarias donde traen consigo, convivios y conferencias. En los salones de la expo Guadalajara, que año con año alberga al evento, han pasado infinidad de personalidades y han trascendido una inmensidad de declaraciones. En el marco de la feria, también resalta el encuentro de periodistas, donde la ya famosa escuela iberoamericana del periodismo da cátedras de cómo hacer de este ejercicio, un ejercicio de calidad. En el anuncio resaltó la suspensión del premio de periodismo cultural Fernando Benítez, por baja calidad en los trabajos.
El periodismo actual se ha convertido en un ejercicio que se fundamenta en las declaraciones de los actores y no de las opiniones del reportero, los géneros periodísticos, mueren o se esconden tras la básica nota, que muestra una estructura establecida y hace propia la famosa pirámide invertida, donde la velocidad, más que la veracidad obtiene un sentido propio y neto en las letras que día con día invaden los diarios del país e incluso los del mundo.

 Esta baja calidad no sólo queda encasillada en el periodismo cultural, que se dice que sólo cubre eventos y presentaciones, sino que se encuentra en la política, se encuentra en locales, en la nota roja, en sociales, espectáculos, deportes... y en todos y cada uno de los campos que son tocados por el periodismo.
Los culpables del decremento del ejercicio de investigación son muchos, podríamos citar algunos como los gadgets y las nuevas tecnologías, las alternativas de contar todo lo que sucede en un espacio de 140 caracteres o en un estado donde se puede informar también el estado de ánimo, el desayuno, el coraje etc. También puede entrar como un enemigo del periodismo, la violencia contra comunicadores que en la actualidad, se convierte en una profesión donde las palabras pueden ser factor primordial para la conservación de la vida propia. Sin duda alguna, los medios electrónicos también se convierten en un yugo del periodismo escrito; las notas, las capsulas, los enlaces en vivo. Matan la crítica, la creatividad y el arte de una buena crónica.

  Sin duda son muchos los puntos que aniquilan las opciones y las nuevas ideas a invertir en las páginas que se publican al día con día. Quizá la que es de mayor importancia es las empresas. Las editoriales son empresas y los periodistas, antes de ser divulgadores de ideas y pensamientos. Son empleados que se tienen que apegar al estrés del mundo moderno, donde la vida en lugar de caminar, corre al tren, corre por el bulevar, llega tarde y se mueve como una auténtica metrópoli.

   No cabe duda que el periodismo está en decremento, sin embargo tampoco cabe duda que la calidad del periodismo muere en las propias redacciones, donde el ejercicio periodístico se tiene que limitar a espacios, compartidos con la publicidad y las ideas del dueño o del patrón que, a final de cuentas en quien dice qué se publica y qué no. En hora buena llega la muerte del periodismo y en hora buena mueren los premios que condecoran la calidad.