La observación y el artista 2; Se pierde el arte, se convierte en publicidad

(La primera parte de este texto pueden seguirla en el blog www.retoricamoderna.blogspot.com)

Cuando la observación llega e invade cada uno de los pensamientos, todo lo que se mira se llena de una opinión del individuo que está observando, aquí la cuestión sería en qué momento la observación es capaz de convertirse en arte o en qué punto la persona que observa, lo que observa se convierte en arte. A lo largo de la historia el arte se ha dividido en distintos periodos y en cada uno de ellos la visión general de los creadores está enfocada a algo en particular, por ejemplo los primeros vestigios de éste tipo de expresión radican en las pinturas rupestres, en donde lo que se puede apreciar en ellas son las formas de subexistir de los antiguos pobladores, si damos un giro radical y nos vamos directo al oscurantismo en donde la religión mandaba y ordenaba todo en base a su gusto y los patrones de los dogmas bíblicos; el arte es totalmente una visión de cada uno de los pasajes de la biblia donde se representan vivencias de personas como Santo Tomás de Aquino, la misma Virgen María y el niño Jesús en fin. Retornando a épocas ya más contemporáneas las visiones iban buscando ciertas vanguardias y a través de ellas el arte fue evolucionando y la visión se empezó a convertir en todo aquello radical y todo lo nuevo como en revolución de pensamientos, en actualidad de representaciones y aparecieron obras de tintes políticos y sociales populares más arraigadas a una posible vida cotidiana, el arte era nuestra esencia, era nuestra vida, la observación sólo era la representación física de toda y cada una de las cosas que hacían que se creara nuestra cultura, más sin embargo la observación también tomó las cuerdas de los estudios y en base a los estudios la observación fue implantada en el capitalismo que se comió al mundo y en el cual la observación sirvió para medir las aptitudes en similitud de personas con personas y así crear estereotipos que a la postre podrían generar ventas y con eso ganancias que darían como resultado el mercantilismo y entonces el arte que sirvió de expresión tomó un nuevo rumbo y ahora lo estético o grotesco que despertaba una serie de sensaciones no solo eran las obras sino también los anuncios y comerciales ya que había llegado la publicidad.