Los maiceados también en la iniciativa

Qué acapara más miradas, la batalla entre el cardenal tapatío Juan Sandoval Íñiguez y el jefe de Gobierno del DF Marcelo Ebrard o la iniciativa México que hace apenas unos meses atrás (en épocas pre mundialistas), robaba alientos y despertaba ecos.
Desde un par de semanas atrás empezó un nuevo problema, el de “los maiceados” y la defensa del representante de la iglesia católica de Jalisco, hacía la familia y la naturaleza de la existencia del hombre y la mujer, y todo porque en el DF se aprobó la adopción de niños por parte de parejas homosexuales, Ebrard demandó legalmente al cardenal por sus declaraciones y el señor Sandoval ya ni ha asomado la trompa. Aunque no tiene de que preocuparse ya que no sería de extrañarse que en los próximos días Emilio González Márquez saliera a la defensa del cardenal en contra de los pecados que cometen los representantes del partido de izquierda que lo único que quieren es hundir a una agrupación que añoran a Dios que quizá en esa visión del catolicismo, ese Dios critica y discrimina a las personas de preferencias sexuales distintas a las que enmarca la propia naturaleza de la existencia del ser.
La lucha a que los “gay” tengan derecho a ser vistos como tal en la sociedad, hasta por el desconocimiento de su propia iglesia calificándolos como “maricones”, se robó los titulares e hizo que la iniciativa México no pareciera nada, y es que al final de cuentas todo lo que se pensó de este proyecto que tienen los medios de comunicación nacionales, terminó siendo una especie de reallity show que a lo único que lleva es a mantener a la expectativa al televidente como fue en Big Brother o la Academia y que si se fusionara con el Baila por un sueño, queda este producto que nos lleva a la utilización de los valores de respeto y unidad para convertirlos en un objeto mercantil del televisor, que en un futuro estarán acompañados de publicidad de Chedraui o de iusacell.
Todo este movimiento es parte de la falta de idealismos de la sociedad y que nos llevan a todos a vivir en público con las marcas, la publicidad y el marcketing de las vidas superficiales. Si el cardenal olvida que en sus mandamientos que han pasado por los siglos de los siglos se dictamina que amarás a tu prójimo como a ti mismo, no lo juzgaras ni lo discriminaras, con mucho mayor sentido se les olvida a los medios con una iniciativa que se burla del trabajo solidario y pisa y mancha el respeto al bien común y al verdadero humanismo con la que empezó eso, la cual parecía el rescate de la nación y terminó como las caricaturas de MTV. Solo una duda más, Jesucristo, ¿Hubiera metido su proyecto a la iniciativa, o se la hubiera pasado discutiendo con el cardenal en los medios?, en fin, todo es lo mismo, todo pasa en los medios.